Con la llegada de la época estival, aumentan las consultas sobre hábitos de protección solar y revisión de lunares. Cada año los dermatólogos insistimos en que la prevención es la mejor arma para evitar los daños que ocasiona el sol a largo plazo. En este sentido, la sociedad está cada vez más concienciada, pero todavía queda mucho por hacer.
Las campañas de prevención son la mejor forma de concienciar a nuestros pacientes
Convencidos de que participar de forma activa en campañas de prevención es la mejor forma de concienciar a nuestros pacientes, hemos querido transmitir este mensaje también a los más pequeños, para que adquieran hábitos saludables de fotoprotección desde la infancia. Por este motivo el pasado 20 de Junio acudimos a varios centros escolares de la Comunidad de Madrid, promoviendo la campaña Euromelanoma 2017 junto a la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología.
En estas jornadas de fotoprotección tuvimos la ocasión de enseñar a los niños de Educación Primaria la importancia de protegerse del sol desde pequeños. Todos los niños participaron con sus experiencias y preguntas en una reunión muy distendida y enriquecedora en la que también participó el personal docente.
Los dermatólogos que colaboran en la campaña Euromelanoma, se dedican de forma altruista a difundir información, consejos para reconocer y prevenir el cáncer de piel y también realizan exámenes gratuitos de la piel en lugares especialmente habilitados para este fin. Cada vez cuenta con más profesionales voluntarios con lo que es posible llegar a mayor número de ciudadanos. Este año el lema ha sido “Sólo tienes una piel. Protégela del daño solar”. La iniciativa europea cuenta ya con la participación de 34 países y gracias a ella se han atendido a más de 450.000 personas de forma gratuita. Nuestro país lleva 17 años implicado en esta campaña preventiva que está obteniendo buenos resultados en otros países que la iniciaron antes.
Relación directa entre exposición al sol excesiva, y el melanoma maligno
Es importante que la población sea consciente de que existe relación directa entre exposición al sol excesiva, y el melanoma maligno (MM) que se acentúa en pieles claras. Además, la exposición repetida e intensa durante la infancia a la radiación ultravioleta aumenta el riesgo de melanoma en la edad adulta. Un dato clave que los padres y educadores deben conocer es que aquellos niños de piel muy clara que están expuestos al sol desde muy pequeños (aunque no sufran quemaduras) tienen mayor tendencia al desarrollo de lunares y quizás melanoma en la adolescencia y edad adulta. Por tanto es necesario controlar los lunares en la infancia y evitar el exceso de exposición solar en estos niños.
Los factores de riesgo conocidos y contrastados para el desarrollo del melanoma maligno incluyen:
Antecedentes familiares de melanoma, la presencia de nevus (lunares de aspecto irregular en forma y distribución del pigmento).
Presencia de numerosos lunares y una historia personal de quemaduras y/o exposición solar intensa en la infancia. Varios estudios publicados en revistas médicas de prestigio demuestran que entre los niños blancos, aquellos con los fototipos de piel más claro (fototipos I y II) hay un 50% más de probabilidades de tener melanoma maligno, que aquellos con piel más oscura. Además, existe una clara asociación entre una historia de múltiples quemaduras solares y recuentos altos de lunares, como indica un estudio publicado en la revista Pediatric Dermatology.
Los estudios revelan que los niños con fototipos de piel muy clara que se broncean desarrollan más lunares. Los dermatólogos especializados en Dermatología Pediátrica se plantean si estos niños de piel clara, además de lunares podrían tener más riesgo de desarrollar melanoma si se broncean, lo que aún no está claro.