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Foto del escritorDra. García Millán

Hidratación de la piel facial

Actualizado: 26 mar 2022



Normalmente tendemos a dar importancia a la hidratación de la piel cuando existe un problema patente de sequedad o existe alguna patología de base como la dermatitis atópica, la psoriasis u otros procesos dermatológicos que impliquen pérdida de hidratación. Sin embargo, la hidratación de la piel de la cara es un elemento fundamental en la rutina diaria y no debe quedar en un segundo plano, ni destinada únicamente a las pieles tradicionalmente secas.

Un estudio reciente publicado en la revista Journal of Cosmetic Science analiza el efecto que tiene el empleo de hidratación diaria como pilar adicional de los tratamientos antiedad y su papel en la mejora de la barrera cutánea.

La piel de la cara es el principal reflejo de la edad y la salud. El porcentaje de agua en el estrato córneo (capa más externa de la piel) es del 15% al 20%. Niveles inferiores al 10% hacen que tenga una apariencia más áspera y mate.

Pérdida de hidratación de la piel

Existe una pérdida de agua constante y pasiva, que denominamos pérdida transepidérmica de agua. Se trata de un proceso fisiológico normal y de forma natural existen mecanismos que lo regulan. Si la barrera epidérmica (formada por un conjunto de sustancias que ayudan a retener el agua) se altera, la pérdida transepidérmica de agua será mayor y pueden aparecer síntomas asociados a la piel seca como incomodidad y tirantez.

Diversos factores contribuyen a aumentar la pérdida transepidérmica de agua, como las temperaturas extremas, los ambientes secos, la exposición solar o la aplicación de ciertos productos químicos (jabones con tensoactivos).

La hidratación de la piel no es aportar mucha agua o mucha grasa. Debe existir un equilibrio entre ambos componentes ya que, el exceso de uno u otro en un producto, puede ser perjudicial además de no poseer propiedades cosméticas. La finalidad de la hidratación de la piel facial es restablecer la elasticidad y flexibilidad del estrato córneo, restaurando así su función de barrera. Podemos decir que una sustancia que aplicamos sobre la piel es hidratante cuando eliminamos los signos y síntomas de la piel seca. Por otra parte, la finalidad cosmética es obtener una piel suave, brillante y de aspecto saludable.

Mejorar la hidratación de la piel facial

En las cremas hidratantes podemos diferenciar los “hidratantes pasivos”, o emolientes, que forman una película protectora lipídica en la superficie, y los “hidratantes activos”, o humectantes, que fijan el agua en el interior de las células de la capa córnea.

La acción combinada de los dos tipos de componentes provoca efectos a corto y largo plazo. A corto plazo, se obtienen beneficios cosméticos asociados a la hidratación de la piel así como el aumento de confort de la piel facial. A largo plazo, se consigue una mayor protección debido a que las pieles que se hidratan regularmente mantienen su función barrera intacta y toleran mejor las agresiones externas.

Dado que las necesidades de cada mujer son diferentes, en ocasiones se utilizan cremas hidratantes por la mañana y, por la noche, se alternan con otros productos que además de hidratar tengan ingredientes específicos antiaging, como retinol o alfahidroxiácidos.

Una piel hidratada es más luminosa y elástica. Los ensayos de eficacia de las cremas hidratantes se basan en la evaluación de la función barrera (o grado de protección de la piel ante agentes externos patógenos). Esta función se ve preservada si se aplica hidratación a diario. Un adecuado funcionamiento de la función barrera se traduce en una mejor calidad de la piel, que se adaptará mejor al proceso dinámico de envejecimiento.

En muchas ocasiones nuestras pacientes nos preguntan acerca de la crema hidratante ideal. Conseguir una fórmula hidratante que sea atractiva y efectiva es tanto una ciencia como un arte. Existen múltiples productos en el mercado de alta calidad que proporcionan hidratación de la piel y mejora de las cualidades de la piel. Los ingredientes y texturas son variados y elegiremos fórmulas más ricas para personas de mayor edad, pieles fotoenvejecidas y bebés. Por otro lado, en la adolescencia y juventud temprana las texturas han de ser más fluidas y con ingredientes matificantes. Siempre es aconsejable que las cremas hidratantes que aplicamos por la mañana incorporen un filtro solar.


Originalmente publicado en Grupo Pedro Jaen
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