Una de las últimas modas en el cuidado de la piel es la microdosificación (o "microdosing") cosmética. La idea de aplicar un poco de un producto de cuidado de la piel para conseguir el mismo efecto que si se aplicara una gran cantidad, pero reduciendo los efectos secundarios, resulta paradójica. Veamos cuál es el fundamento, qué principios activos se utilizan y cuáles son los efectos que podemos esperar.
Qué es la microdosificación cosmética
La microdosificación cosmética es la aplicación de cantidades pequeñas y medidas de un producto cosmético para potenciar los beneficios generales del producto y reducir el riesgo de efectos negativos en la piel. Por lo tanto, con la microdosificación se busca aprovechar los efectos positivos de un producto a la vez que se minimizan los riesgos de utilizar una cantidad excesiva del mismo, lo que podría provocar reacciones adversas como irritación de la piel, manchas e incluso brotes.
Qué principios activos son candidatos para la microdosificación
Los productos ideales para la microdosificación cosmética son aquellos que pueden producir efectos secundarios en concentraciones normales. Algunos de los productos utilizados en la microdosificación cosmética son
el ácido glicólico (arrugas, líneas de expresión y manchas de la edad),
el retinol (pigmentación, acné y envejecimiento de la piel),
la vitamina C (pigmentación, arrugas y tono desigual de la piel), y
los alfahidroxiácidos (arrugas y acné).
Cómo son los tratamientos de microdosificación cosmética
Los cosméticos microdosificados se administran con concentraciones relativamente más bajas de los principios activos. La aplicación de estos productos es similar a la de otros productos comerciales. La concentración elegida dependerá del efecto buscado así como de la respuesta de la piel del paciente.
Por regla general, la menor concentración de principios activos hace que los efectos sean visibles gradualmente y después de varias semanas de aplicación. Para lograr una mayor eficacia, el tratamiento debe ser continuado en el tiempo.