Un motivo de consulta frecuente es la falta de luminosidad y piel mate. También es frecuente que nuestros pacientes consulten debido a la presencia de poros dilatados, marcas de acné o manchas inestéticas. En estos casos los dermatólogos solemos recomendar eliminar las capas más superficiales de la piel, mediante un peeling químico o un dispositivo láser según la patología y las necesidades del paciente.
Los peelings químicos se utilizan en dermatología estética desde 1950 constituyendo una herramienta útil, de aplicación sencilla y fácilmente reproducible. Con este tratamiento mejoramos la apariencia externa de la piel. Se emplea una solución química que produce una quemadura de profundidad variable permitiendo la regeneración de la epidermis y/o dermis superficial.
Investigadores de la Universidad de Milán, constatan que existe una remodelación en todos los niveles y se depositan glicosaminoglicanos, aportando mayor elasticidad y luminosidad. La nueva piel es más fina, más suave y presenta un tono más uniforme.
Los más populares son los peelings a base de alfa hidroxiácidos como el ácido glicólico y beta hidroxiácidos como el ácido salicílico. Pero, tal y como subraya la Academia Americana de Dermatología (AAD) cada año se desarrollan cientos de preparados químicos diferentes.
Últimamente están ganando popularidad las mezclas de compuestos de conocida eficacia a los que se añaden diversos ingredientes que potencian su acción. Durante décadas los dermatólogos hemos utilizado el peeling químico que está volviendo a resurgir de nuevo, dada su versatilidad y seguridad.
¿En qué casos está indicado el peeling químico?
Los empleamos para aportar luminosidad a la piel y eliminar pequeñas imperfecciones como arrugas finas, poros dilatados y pequeñas marcas de acné. También pueden ser útiles para tratar alteraciones de la pigmentación y tono irregular de carácter leve.
¿En qué consiste la técnica?
Podemos aplicar la solución química en cara, escote y manos. En ocasiones podemos prescribir un tratamiento despigmentante o hidratante las semanas previas al peeling químico.
Durante la aplicación del producto es frecuente percibir una sensación de calor, escozor o picor. La piel se enrojece inmediatamente después del tratamiento y a los pocos días va desprendiéndose completamente.
¿Qué complicaciones pueden surgir?
En las pieles morenas pueden aparecer manchas más oscuras o más claras en la zona de aplicación, que suelen ser temporales, pero es importante seguir las indicaciones médicas post-tratamiento de forma exhaustiva así como evitar la exposición solar al menos seis semanas después del peeling químico. El riesgo de cicatrices es bajo, pero puede ocurrir, en pacientes con historia personal de dificultad para la cicatrización.
En general los peeling químicos constituyen un tratamiento seguro y eficaz.