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Foto del escritorDra. García Millán

Por qué no compartir crema hidratante con tus hijos

Actualizado: 26 mar 2022

Aunque todos o hemos hecho (más de) una vez, lo recomendable es que nuestros niños utilicen sus propios cosméticos. He tenido la ocasión de hablar de ello con Paloma Sancho, Directora de Belleza de Telva.

En algunos casos la formulación infantil obedece más al marketing que a otros motivos. Pero debemos tener en cuenta que sí existen cosméticos de higiene especiales para niños. La piel infantil tiene una función “barrera” menos desarrollada que la de los adultos. Por ello, su piel se reseca con más facilidad (pierde agua más fácilmente) y es más permeable a algunos ingredientes que, al traspasar esta barrera, pueden ocasionar irritaciones, picor…y a la larga alergias con el uso continuado.

Recojo a continuación el artículo que realizaron Paloma y su equipo

 


Por qué no deberías compartir gel y crema hidratante con tus hijos

Este verano, en más de una ocasión, se me olvidó meter en la bolsa de la playa el protector solar pediátrico de mis hijos y no dudé en aplicarles del mío. Por supuesto, ante la idea de exponerles al sol sin nada, es la mejor opción. Pero sin olvidar que, para su piel, no es lo más adecuado. La dermatóloga Cristina García Millán, del Grupo Dermatológico Pedro Jaén, insiste en que la piel de los niños tiene sus propias características, y que por ello deberíamos utilizar productos diferentes: "Su barrera cutánea es más permeable. ¿Esto qué implica? Que ciertos productos pueden llegar a capas más profundas de la epidermis, desencadenando procesos de sensibilización o de alergias con el uso continuado", alerta la doctora.

Por eso es recomendable que utilicen productos especialmente formulados para ellos. García Millán recuerda que "los niños necesitan un baño diario con jabones "Syndet" (Synthetic detergent), es decir, aquellos suaves con sulfactantes sintéticos que no provienen de grasas ni de aceites y que tienen un pH más bajo que el típico jabón que arrastra la grasa de la piel".

En definitiva hablamos de jabones y champús que producen poca espuma (aunque limpian igual de bien) e irritan poco. Después del baño es importante aplicar crema hidratante cada día, "ya que la piel de los niños pierde más agua. Este paso es esencial, más aún en el caso de los atópicos". Esta patología, que afecta a un 25% de la población infantil (sobre todo en las grandes ciudades), es la más común seguida de los moluscos y el papiloma. "Para tratar todo esto es importante la higiene y la hidratación", advierte.

Otro consejo: una vez tengan su jabón, su crema y su champú no los cambiemos cada dos por tres. Y matiza: "no confundir el hecho de que los niños deben usar sus propios geles con la fobia que hay actualmente a los químicos y conservantes de las fórmulas cosméticas. Simplemente su piel es especial, por lo que por norma general sus productos deben estar hechos con ingredientes que no irriten y no lleven perfume".

Lo mismo ocurre con los solares. La doctora Aurora Garre, de Isdin, nos explica que "los infantiles tienen una fórmula adaptada a esa población. De hecho, un adulto puede emplear un fotoprotector infantil, pero no al revés". Y nos explica por qué: "La piel de los niños tiene una menor capacidad de defensa natural para producir melanina, su organismo responde peor ante las quemaduras y, en definitiva, son más susceptibles a los efectos nocivos de la radiación solar. No olvidemos que haber sufrido más de 5 quemaduras en la infancia aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel".

La clave también está en los ingredientes de las formulaciones pediátricas "que contienen los ingredientes estrictamente necesarios y con una concentración según las recomendaciones europeas, la edad de uso y la superficie del area de aplicación (que son diferentes a las de los adultos). Además, la composición garantizará una buena tolerancia del producto por parte de los niños", asegura la doctora Garre. Opinión que comparte Cristina García Millán, que insiste en que "deben ser filtros físicos, sin sustancias químicas, y aplicarlos desde los 6 meses de edad. Los fotoprotectores pediátricos no suelen tener alcohol. Cuidado con ponerles los nuestros ya que algunos químicos pueden generar alergias".

Y, aunque te sientas tentada a economizar y compartir los básicos de belleza en tu casa, estas medidas deberán ser aplicadas "hasta los 10-12 años. A partir de esas edades ya podríamos compartirlos, aunque los niños con patologías específicas convendría que mantuvieran para siempre esas rutinas", recomienda la dermatóloga.


Originalmente publicado en Telva


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