Los cuadros de urticaria son habituales en la edad pediátrica, aunque desconocemos la incidencia exacta. Diversos estudios indican que el 3% de niños en edad preescolar y cerca del 2% de niños de 6 a 12 años sufren algún episodio urticarial a lo largo de su vida. Los niños que sufren dermatitis atópica desde edades muy tempranas tienen mayor tendencia a padecer urticaria infantil.
¿En qué consiste?
El episodio de urticaria infantil comienza con la aparición repentina de habones o ronchas de forma diseminada por toda la superficie corporal. El color de las lesiones suele ser rosado y están sobreelevadas. En las piernas, el color es algo más oscuro, pudiendo ser violáceo, y es causa de alarma para los padres en ocasiones. La duración sin tratamiento de la urticaria infantil del episodio completo suele ser de 24 a 48 horas. Los habones producen mucho prurito (picor) en el niño, lo que ocasiona llanto y malestar general. No suele acompañarse de dificultad respiratoria ni de otros síntomas (diarrea, dolor abdominal) en la mayoría de ocasiones. En estos casos, el manejo debe de ser hospitalario.
¿Por qué se produce?
Las ronchas se producen por la liberación en grandes cantidades de una sustancia llamada histamina, en respuesta a diversos estímulos. La realidad es que raramente somos capaces de llegar a identificar una causa específica en un niño, por lo que resulta poco práctico iniciar múltiples pruebas que resultan molestas y costosas, ante un único episodio de urticaria. Los estudios publicados concluyen que la causa más frecuente de urticaria aguda en los niños son las infecciones virales benignas. Pero también existen otros desencadenantes, aunque menos frecuentes, como la ingesta de fármacos (normalmente antibióticos y antiinflamatorios), vacunas y ciertos alimentos (marisco, frutos secos, fresas, lácteos). En las ocasiones en las que fármacos o alimentos son responsables del brote, se suele establecer una relación causa-efecto fácilmente, porque aparecen en las primeras 6-12 horas de la ingesta.
¿Qué actitud adoptamos?
Normalmente, dado que la urticaria infantil se deben a infecciones, la duración del cuadro es corta y la respuesta al tratamiento es buena. En estos casos nos limitamos a la administración de antihistamínicos y a la observación del proceso. En caso de que se prolonguen los brotes durante semanas, realizaremos pruebas complementarias adecuadas para orientar el diagnóstico. Además de los jarabes antihistamínicos, podemos utilizar medidas físicas que alivien el picor, como compresas frías. Las cremas con corticoides no se suelen emplear, pero sí en ocasiones los corticoides orales o inyectados si el cuadro es muy extenso.